viernes, 25 de noviembre de 2011

Filias

Saint-Exupéry




De tal manera, si les decimos: "La prueba de que el principito ha existido está en que era un 
muchachito encantador, que reía y quería un cordero. Querer un cordero es prueba de que se existe", las 

personas mayores se encogerán de hombros y nos dirán que somos unos niños. Pero si les decimos: "el 
planeta de donde venía el principito era el asteroide B 612", quedarán convencidas y no se preocuparán 
de hacer más preguntas. Son así. No hay por qué guardarles rencor. Los niños deben ser muy 
indulgentes con las personas mayores.



El principito, de Antoine de Saint-Exupéry

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