viernes, 21 de febrero de 2014

Pinceladas

Magia



Un día, el personaje asalta la rutina del autor, le arranca de la realidad y le ayuda a vivir otras vidas, surcar otros sueños, sentir a través de otra piel. 
Ambos juegan a inventarse.
El autor necesita existir de otra manera y el personaje no puede ni imaginar que es de papel. 
Cada vez que sus andanzas penetran en el alma de un lector, gana una vida extra.
El lector perfila su rostro, siente su dolor y su miedo, sueña, desea, llora y ríe con él. 
Una noche, la lectura termina.
El lector suspira porque alguna vez, alguien, llegue a conocerle tan bien como él conoció a su personaje.