Pinceladas y cadenas

diecisiete



Vértigo de todavía.

Nostalgia de un porvenir 

rebosante de quizás,

que no aciertas a elegir.

Abismo de plenitud

sostenido en el matiz

de tu mirada impaciente.

Camina, siempre, hacia allí. 

 

Viernes, 11 de febrero de 2022

Poemario de un recluso en libertad (2020)


A vuelta de los besos.


Tiempo de abrazar con una sonrisa,
tomar impulso y contener la duda.
La vida, rescatada de la prisa,
tiembla de soledad y se desnuda.
¿Qué fue de mis errores? Qué será
de mis quimeras, de mi verdad muda,
del antiguo porvenir: ¿dónde está?
Lo esperaré, a vuelta de los besos.
Quién sabe si algún día volverá.

14 de marzo de 2020.


Las horas perdidas


Nieva y llueve, en absurdo caer
de la inocencia sobre mil tristezas;
el suelo escupe silencios de ayer
y añora el caminar de las certezas.
La primavera no acierta a romper
mi sangre doliente, cosida a piezas.
Suspiro y temo, maldigo y anhelo 
las horas perdidas de ave sin vuelo. 

17 de marzo de 2020.


Caricia de alfiler


Mi querida angustia, dulce enemiga
que siempre regresa, que nunca se fue;
imposible beso, veneno de ortiga,
baile de ascensor, luz de cabaré.
Líbrame de su cordura; regresa
a lastimar la paz de macramé
que apacigua mis delirios y apresa
entre algodones mi alma de Quijote.
Mi angustia amada, mi acidez de fresa,
no me abandones ahora, que note
en mi piel tu caricia de alfiler,
y agita mi vida hasta que rebrote.

22 de marzo de 2020.



Mi pobre país


Hoy mi país es un número (Trece)
y una calle (la rúe del Percebe);
y un anhelo de caricias que bebe
por recordar, que sueña, ríe y crece
en los balcones; que ya no amanece
en primavera, que suspira y llueve.
Que atempera volcanes y conmueve
con aplausos. Que insulta y envilece.

Pobre país: jaula de libertades,
infinito jardín en la azotea,
cantina que cerró en medio de un chiste.

Mi pobre país, que añoras verdades
ciegas, villanos, profetas de aldea,
y aquel último abrazo que no diste. 

26 de marzo de 2020.



Abril


Abril, que nunca cesa.
Abril, que hoy llora la nieve de ayer.
Abril, que el alma besa
con sol de apetecer.
Luz de ojalá, nostalgia de nacer.

1 de abril de 2020.


Abril baldío


Abril, roto y baldío.
Verso sediento de luz y calor,
rendido en el vacío
de un almanaque en flor. 
Abril cumplido, coplas de dolor.

30 de abril de 2020


El abrazo que perdimos

Escondí entre mis palabras
los abrazos que perdimos.
Su caricia, en la mirada;
su calor, en mis latidos.

30 de abril de 2021


Cadenas


Rodeno


Rodeno de mis pesares,
verde cielo, beso añil; 
luz de mi camino triste, 
pinar de mi andar feliz.

Febrero de 2020.

Aunque tiemble la duda


(soneto a la verdad)

Di la verdad aunque tiemble la duda;
respira el aire sucio del dolor,
libera la inocencia del traidor
y dame tu verdad, grotesca y cruda.

Arranca la vergüenza torpe y muda,
disuelve tu mentira en el licor
y deja que se ahogue en mi sudor.
Exijo la verdad, triste y desnuda.

Dibujaré con ella un nuevo ayer
que pase a limpio el porvenir borrado,
derramaré mi tiempo de alquiler

y pintaré cada gris de dorado.
Dame una verdad, déjame caer
para volar sin miedo al otro lado.

Febrero de 2020.

Romance del muerto enamorado


No hay luz, ni final, ni túnel;
ni Dios, ni juicio final.
Sólo vacío de cuerpo,
niebla, nada y soledad.
No hay porvenir en la muerte
ni dolor, ni sal, ni mar.
Tu sonrisa de charol
se perdió en mi oscuridad.
Yo te quería querer;
no me atreví a confesar
que secuestrabas mi aliento
al mirarme y al cantar,
con tu tristeza dorada
y tus labios de cristal.
Callé como si a mi tiempo
no le aguardara un jamás;
la vida se me escapó
en un baile sin bailar,
entre dudas de silencio
y certezas de quizás.
Me fui sin tu primer beso.
No volveré a tropezar
en el miedo a la desdicha.
Ya no puedo fracasar.
La próxima vez que viva
lo haré solo por mirar
la miel del sol de tus ojos
y tu boca al respirar.

Febrero de 2020.



Excusas


Silencio de mil te quieros,
palabra que nadie oyó.
Verdad en mentiras muerta,
camino que se perdió.

Luz envuelta de tiniebla,
amor no correspondido;
estación sin tren de vuelta,
sonrisa de cocodrilo.

Moraleja sin cuentista,
noche sin amanecer;
albor de final temprano,
armadura de papel.

Penitencia sin pecado,
perdón si en algo ofendí,
lo siento (pero me alegro)
Si te maté, fue por tí. 

Marzo de 2020.


De amor, imposible. 


No conozco otro amor que el imposible;
el deseo trasquilado y cobarde
que muere sin nacer y es invisible.
El que se ahoga de frío, el que arde 
bajo la lluvia y avanza en redondo
hacia ninguna parte, siempre tarde.
Que entierra cada quizás en el fondo
de mil peros, que batalla y se rinde
sin descanso; que vuela a lo más hondo
de la noche y se camufla en la linde
de la duda. Que bebe sinrazón.
No me hables de otro amor que el imposible.

11 de abril de 2020.


Lucero de abril


Abril, cielo rendido,
bies del silencio, pájaro de ayer
robado del olvido.
Infancia del primer
lucero: sin alba, de sol herido.

Jueves, 1 de abril de 2021.



ROMANCE DE LAS DISTANCIAS



Dos orillas se perfuman
para el baile de la tarde.
A un lado, la soledad,
al otro un abrazo errante.
Quién pudiera regresar
al porvenir improbable
y acariciar tu costado
a lomos de Rocinante.
Cállame con la mirada,
yo te hablaré con mi sangre;
dame un beso por la espalda
y arrópame desde el aire.
Qué más da si no te oigo;
nada importa que me faltes,
la palabra y el silencio
duermen en la misma cárcel.
En el abismo del miedo,
entre la muerte y el arte,
siempre habrá un puente que limpie
de distancias el desastre.

Para libro Aspanoa verano 2021

lunes de caída


Hoy me acerco, prendido de abandono
al vacío que desnuda mis abrazos
de ti.
Respiro anhelos de nicotina
y me ahogo en mares de porcelana
que nadie surca,
por no naufragar
en mí.

Lunes, 24 de enero de 2022.  

Hoy me aferro, maquillado de asombro
al poema que perfuma los veranos
que fui.
Enhebro las palabras heridas
varado en el relato de mi calma
por no desear
vivir.

 Lunes, 23 de enero de 2023.



Al menos un poema
Al menos un poema
que te haga cosquillas,
que acaricie tu sueño
y limpie tu sonrisa.

Un cielo soleado
para las tardes grises,
un guiño azucarado
que se parezca a un chiste.

Al menos un poema
que te hable al oído,
que te abrace en silencio
cuando solo oigas ruido.

Blanco de chocolate,
azul de buen amigo,
de atardecer granate
y naranja femenino.

Al menos un poema
que te haga cosquillas,
que acaricie tu sueño
y limpie tu sonrisa.

Verano de 2011


Tercetos de juventud

Biología


Oí decir que todo es biología
y que el alma platónica no existe.
Que el amor, la tristeza, la alegría
sólo son química. Si ayer creíste
sentir una pena, no desesperes.
Oí decir que todo lo que fuiste
está grabado en tu cerebro; eres
pues, lo que yo soy, solamente
una máquina de sueños. Y aquellos seres
que duermen, inocentes en la cuna
solo son miles, millones de células
que crecen esperando la fortuna.

1992.

Donostia (breve poemario)

 



Planifico y olvido que estoy muerto
sobre una pleamar de caracolas,
huérfanas del secreto que las olas
vinieron a llorarme junto al puerto.

Escapo a mi niñez y me despierto
bajo un cielo enfermo de amapolas,
marchitas en el gris de un rompeolas
implorante de amor en el desierto.

Planifico y colmo de vacío
la maldita esperanza de vivir
y el futuro que no duerme conmigo.

Planifico y escapo del gentío
que abraza mi amargura al sonreír
y extraña en cada gesto al que fue amigo.



La vida, cuando se rompe, despeina
el alma hasta que sangra la memoria.
La vida quiebra y el estupor reina
sobre las huellas del temblor, la euforia
y las vergüenzas del tiempo dorado.
La vida no es un río, es una noria
de afán infatigable, estancado
en un querer y no poder que avanza
sin rumbo hacia un reloj estropeado.
No existe pegamento ni esperanza
para la vida rota en mil pedazos.
No hay Quijote al final de Sancho Panza.


Acuérdate de no volver

Fatigado de conjugar quizás
surca el aliento de tu verbo herido
las huellas de un final mal avenido
con tu maleta plena de ojalás.

Acuérdate de no volver jamás
al cobijo del malo conocido.
Te vas por no llover sobre llovido,
para no recordar que ya no estás.

Descorcha de una vez tu soledad
y brinda la derrota al infinito
con rima perfumada de azahar.

Desprende del silencio tu mitad,
sonríe de dolor a voz en grito
y abandona su estela en bajamar.


Romance de la alegría

¡Alegría de vivir!
Ven aquí a soñar conmigo
porque no puedo pensar
si no me quedo dormido.
Despierto, todo es mentira:
ya no creo en el destino
más allá de su final
(lo de la muerte y los ríos)
Mira que intenté volar
a ras de cada camino,
pero siempre tropecé
con mi torpe desvarío.
Mira que quise querer
allende del desatino.
Y de tanto caminar,
me perdí en medio del frío.


Alderdi Eder 

Escribo en Alderdi Eder
a escondidas del silencio
que amortigua el oleaje.
Enarbolo mi desprecio
hacia el grupo de turistas
que me ha robado el misterio.
Atienden al pregonero
que les habla del incendio,
del mar, de los marineros,
de batallas y de imperios.
Nadie pregunta por mí:
¿Qué hará ese señor tan serio
asomado al arrecife
de un retorno sin remedio?


La luz del Urumea
marida con el aliento cansado
de la tarde que ondea
un gris ajedrezado:
Caudal del caminante descarriado.


Abrazo de gol

Rima con la más pura alegría.
Limita al sur con la infancia
y al norte con el vacío.
Rodea por los costados
un calor desconocido
que atempera el porvenir.
Es la mentira más cierta,
la más bella profecía
que atenúa la verdad;
Qué falsos y pasajeros
el amor y la amistad.
Abrázate fuerte al gol
(mientras lo revisa el VAR)

Viaje a Donostia. 14 de enero de 2023.

Ayer quería escribir
un soneto alejandrino,
pero no supe esquivar
el recuerdo de tu afán
por engalanar la luna.

Hoy pretendí encadenar
un terceto a un romancillo
y me dio por olvidar
los caminos de tu piel
anegados por la duda.

Mañana probaré a hilar
(para envasar al vacío)
una canción sin compás
que rime con tu silencio
y te arranque la amargura.



La maleta de un niño
ampara el frío que habita en los huesos.
Y atempera el vacío
del andén gigantesco
que separa el verano del invierno.


Que el destino me libre
del hambre de mi hijo.
Que la niebla distraiga
el bies de su mirada
cuando estalle la guerra
debajo de la almohada.

Que no sienta su frío
más allá de mi piel
cuando olvide los guantes
y no sepa volver.

Que el fracaso le encuentre
con la despensa llena
y la gloria le mienta
sin derrochar promesas.

Que la muerte se acuerde
de llevarme primero
y la vida le muestre
los caminos del duelo.


Que me aguante la sangre
hasta el último almuerzo.

Que el día que me vaya,
bajo su anhelo triste,
no le fallen las alas
sobre la tierra firme.

Coplas, cuartetas y canciones.


Año nuevo


Cantamos al año nuevo
para celebrar la vida
y brindamos con los sueños
que amanecen cada día.

Antes que molino viejo.


INTRODUCCIÓN INSTRUMENTAL

Siete versos de aguardiente
me quedan en la botella,
siete lágrimas pendientes,
siete tragos de tristeza.

¡Ahí se pudran, pues, no más!
Que el olvido se los beba.
Si me quiero emborrachar,
descorcharé una ranchera.

ESTRIBILLO:

Antes que molino viejo
sediento de agua pasada,
soy manantial, que, en el tiempo,
sin medida se derrama (BIS)

INSTRUMENTAL

Brindaré por la derrota
con los amigos perdidos,
cada peso que me sobra,
será piedra en el camino.

No me busques tras la huella
de los pasos que no di,
este corazón en quiebra
mira solo al porvenir.

INSTRUMENTAL

ESTRIBILLO:

Antes que molino viejo
sediento de agua pasada,
soy manantial, que, en el tiempo,
sin medida se derrama (BIS)

Verano de 2021.

Alba de abril


(Habanera)

Cielo de madrugada,
albor soñado de amor sincero,
agua que baña el murmullo de un corazón.
Preguntas en la mirada,
labios que temen decir “te quiero”.
Silencio que roba el beso de su canción.

ESTRIBILLO:

Alba de abril, primavera dormida
esperanza cautiva de un viejo error
de juventud, tesoro perdido
que sembró un destino ahogado en licor.
...

Hoy, les queda el son, de esta habanera
que baila el viento al amanecer.
Un alba de abril, que a su memoria
les trae la brisa de su querer.

Con el alma cansada
busca en las cuerdas de su guitarra,
la huella de esas caricias que nunca dio.
Le gusta imaginar que 
vive en un barco anclado en la playa,
mirando al horizonte que ayer perdió.


ESTRIBILLO.

 Verano de 2016.

Cincuenta años de cariño

Cincuenta años de cariño
no se guardan en un arca
ni se escriben en un libro.
Se llevan en la mirada

Para Julio


Con aire de abril cumplido,
y estampa de caballero,
le diste al mayo un estilo
que no ha de borrar el tiempo
...

Tu nombre empieza por Jota:
nuestro cantar, tu refugio.
cada verso, en cada estrofa,
mi jota empieza por Julio.
...

Con la jota y la ranchera,
en el mayo, en el bolero,
en la angustia de la espera...
contigo al lado me atrevo.

Homenaje a Julio noviembre 2019.

Año nuevo.


Cantamos al año nuevo
para celebrar la vida.
Y brindamos con los sueños
que amanecen cada día.

Poema al vuelo


Mi jota no tiene dueño,
ni religión, ni bandera.
Sólo es un poema al vuelo
para el alma que la quiera. 

Tu recuerdo


Canto el dolor, lloro el canto. 
Respiro el son, bailo el aire,
y me abrazo a tu recuerdo
como me abraza mi madre.

San Antón


Busqué la infancia perdida
y la encontré en un zagal
cargadico de tabletas
pa la hoguera del rabal. 

Albarracín 


Cristiana, judía y mora.
Alma de forja y rodeno,
cuadro vivo de la historia,
los mayos y el hombre bueno.

(En recuerdo de Antonio Sáez)


Tu voz será la del trueno
la media noche, tu maya.
Rasgará una cuerda el cielo,
la jota saldrá del amla. 

(En recuerdo de Enrique Bernad)


Cuando llore un guitarrico
y el mayo salga de ronda
treinta del abril cumplido
en mi voz se oirá tu copla.

(En recuerdo de Vidal Valero)


Fuiste un baturro valiente
compañero noble y bueno
de corazón limpio y fuerte
Vidal Valero, el Moreno

Homenaje a Pedro Fuertes 2-1-2016


Gracias por llegar un día
gracias por volver mañana,
la paciencia en tu sonrisa,
la música en tu mirada.

(En recuerdo de José Fuertes)


Adiós maestro y amigo
compañero de alegrías
la voz que se va contigo
deja huella en nuestra vida





Magia


Un día, el personaje asalta la rutina del autor, le arranca de la realidad y le ayuda a vivir otras vidas, surcar otros sueños, sentir a través de otra piel. 
Ambos juegan a inventarse.
El autor necesita existir de otra manera y el personaje no puede ni imaginar que es de papel. 
Cada vez que sus andanzas penetran en el alma de un lector, gana una vida extra.
El lector perfila su rostro, siente su dolor y su miedo, sueña, desea, llora y ríe con él. 
Una noche, la lectura termina.
El lector suspira porque alguna vez, alguien, llegue a conocerle tan bien como él conoció a su personaje.


Cuentos enanos




la uva

Al masticar la tercera uva, se atragantó.

Murió al año siguiente.




El espejo

Despertaba cada mañana sin ilusión y al acostarse, continuaba dormido.


Un día se miró al espejo y supo que había perdido la esperanza.

Comprendió entonces que estaba muerto.




Círculos


Un instante habita en un segundo
El segundo existe dentro de un minuto
El minuto en una hora
La hora en un día
El día en una semana
La semana en un mes
El mes en un año
El año en una década
La década en una vida entera
...
La vida entera cabe en un instante.
D.S




... ¿Por qué?







Sólo sé hacia dónde voy.






Querido Miedo...



Seré directo, claro y conciso:

Vete a la mierda.



D.S
Dibujo: Francis Ruiz Murria
(mi primo Francis)





Todo por la patria


La patria que yo amo es un beso soñado.
El abrazo de un niño,
un sueño robado.
Mi patria es la gente que vive mi vida,
que inventa mis cuentos
que ríe mi risa.
Su bandera es verde, añil y ambarina.
granate de ocaso,
anaranjada y lila.

El himno de mi tierra
es un tema de Sabina,
Una canción mezclada con humo de cantina.
Un gol de mi Real,
una cerveza fría.

La patria que yo amo es un beso olvidado,
la mirada de un niño,
un sueño velado.
Mi patria es un libro,
un cómic arrugado,
una palabra esquiva,
un día azulado.

Mi patria es la vida,
desnuda y plebeya.
Puestos a morir
moriré con ella.

D.S
Cada lágrima de risa enjuga una gota de tristeza.

D.S
Hay sentimientos arrogantes. 
Presumen de que no existen palabras que puedan definirlos.
La amistad es más humilde.
No las necesita.
Habita en los gestos.



D.S




¿Cómo se llamaba?

Recuerdo el blanco mate de sus ojos, que me desarmaba al entrar a clase. Matemáticas, Filosofía e Inglés. Un trimestre empleado en inventar aquella canción desgarrada, que nunca le di. Papá se quedó perplejo cuando vio aquel boletín salpicado de suficientes y bienes. Yo no supe defenderme. Aquella misma mañana, en el segundo cigarrillo del recreo, ella me había rechazado. Ni siquiera me dijo que le gustaba como amigo. Pensé que jamás en la vida me iba a suceder algo tan triste.
Estaba equivocado.
Hoy no recuerdo su nombre.

D.S