viernes, 25 de noviembre de 2011

Filias

Saint-Exupéry




De tal manera, si les decimos: "La prueba de que el principito ha existido está en que era un 
muchachito encantador, que reía y quería un cordero. Querer un cordero es prueba de que se existe", las 

personas mayores se encogerán de hombros y nos dirán que somos unos niños. Pero si les decimos: "el 
planeta de donde venía el principito era el asteroide B 612", quedarán convencidas y no se preocuparán 
de hacer más preguntas. Son así. No hay por qué guardarles rencor. Los niños deben ser muy 
indulgentes con las personas mayores.



El principito, de Antoine de Saint-Exupéry

lunes, 7 de noviembre de 2011

Querido ser humano


Cinco piezas de fruta o verdura al día:

A ver: si es verdura hay que pelarla, a veces cocerla y servirla en los platos. Según el gusto de cada cual, aderezarla con aceite y vinagre y picar la patata.
La patata es un tubérculo muy recomendable, pero engorda.
Si es fruta conviene comerla mientras pones una lavadora, que también hay que hacerlo una vez al día, como mínimo.

Al menos una hora de ejercicio aeróbico al día:

También se puede, pero si caminas con garbo, hay que contar con otros tres cuartos de hora. Al caminar, uno suda y la ropa coge olores. Hay que ducharse (con poco jabón, que estropea la piel) Después de la ducha conviene vestirse con ropa que debe estar ordenada en el armario, tarea olvidada por los científicos pero muy recomendable para vivir decentemente. 
Si optas por apuntarte a un gimnasio, hay que sumar el tiempo de los trayectos de ida y vuelta.

Lectura… ¿Pongamos también una hora?

Bueno, leer es alimentar el espíritu, pero como hemos tenido que hacer la comida, limpiar la casa, ayudar a los niños a hacer los deberes, reñirles, reconciliarse, planchar la ropa seca, plegar y guardar la ropa planchada, atender a nuestros 118 amigos de Facebook (normalmente es suficiente con decir que te gusta la foto de sus niños pringados de chocolate) … abrimos el libro al irnos a la cama y entonces nos entra el sueño.

Dormir:

Entre siete y nueve horas para funcionar bien.  
Cuando te desvelas piensas que al día siguiente comerás cinco piezas de fruta, andarás una hora, aprenderás por fin las veinte palabras en inglés que el profesor Mowrer recomienda memorizar cada día (la cuenta es clara: 20 x 50 = 1000) mejorarás en tu trabajo y por fin demostrarás lo que vales…

Tu trabajo:

Cuando tienes, te ocupa al menos ocho horas diarias, más los ratos sueltos en los que fantaseas con poder dejarlo y hacer lo que realmente te gusta.
Si no tienes, gastas la mitad del tiempo en lamentarte y la otra mitad en sentirte un inútil, hasta que te vienes arriba y te comes un melocotón (¡sólo quedan cuatro piezas!)

Los sabios también recomiendan viajar, aprender a bailar, a tocar un instrumento o a pintar acuarelas, relacionarse con los amigos y beber un vaso de vino con cada comida, disfrutar de la naturaleza, acudir regularmente al cine, al teatro o a la ópera, cantar las penas y compartir el tiempo libre con la familia.
No me apetece sumar, pero dudo mucho que salga la cuenta. O la tierra empieza a girar más despacio, o nos faltan horas para lograr dieta, rutina y plan de vida saludables. 
O nos sobran tareas diarias.
O todo es mentira.
O algo.


D.S